Vamos a abrazarnos. No como antes, no un abrazo
torpe y apremiado por las circunstancias y los rostros mirando. Vamos a
hundirnos en un abrazo sin tiempo y sin público. Vamos a abrazarnos como si
solamente supiéramos hacer eso, estar pegados el uno al otro, sintiendo la
tibieza de nuestros cuerpos, sin preocuparnos de que tu pelo se quede adherido
a mis labios o de que la altura de mis manos en tu cintura rebase el límite que
marca el pudor. Vamos a agarrarnos con firmeza, sin soltarnos ni un segundo,
deseando que nuestra unidad no desaparezca. Vamos a seguir abrazándonos, aunque
nos cansemos y nos quedemos como muertos en los brazos del otro. Vamos a
permanecer mucho tiempo abrazados, hasta que parezca que esas uñas pintadas son
mías y que estas piernas vellosas son tuyas. Vamos a disolvernos en este
abrazo, hasta que tenga la impresión de que tu piel es una prolongación de la
mía y de que tengo cuatro brazos y cuatro piernas, enrollados en torno a los
dos ombligos que se besan, siendo todo yo y toda tú una criatura bicéfala que
solamente sabe amar. Y así, monstruosamente unidos, vamos a volver al origen,
al centro de quienes somos, hasta que la propia noción de nosotros se vuelva vaga e inútil. Vamos a seguir abrazados en una
sola respiración, sintiendo las mejillas como un cálido trasvase de afectos
silenciosos, convirtiendo la caricia en nuestro único lenguaje. Vamos a
abrazarnos para siempre, hasta olvidar que un día estuvimos separados.
Nueva generación d'orsiana causando estragos.
ResponderEliminarY este niño ni iba con nosotros al colegio, ni estaba programado, pero llega, crece y arrasa.
Enhorabuena!
Muchas gracias, Karin Augustin.
EliminarTus palabras me enternecen.
Te mando un beso!
Definitivamente he de decir que este es uno de los mejores abrazos que uno puede experimentar en la vida; un abrazo que llena y que al mismo tiempo desespera al sujeto por su…digamos, ansiada espera. Aunque no imposible de sentir alguna vez en la vida.
ResponderEliminarPd: fan de las piernas vellosas.
Gracias por comentar, Belén. Efectivamente. Es un abrazo sin retorno. Un beso.
Eliminar