¿Yo
me observo o pienso?
Pienso
lo que observo.
Observo
obseso el seso
y
sus espinas muertas.
Mas,
¿dónde la vida?
¿dónde
sino en estas manos
ardientes
y jaspeadas
que
corren a ocultarse
donde
el temblor no las vea?
Solo
el despierto agradece
estas
palmas regadas,
sus
diminutos diamantes,
sus
huellas de agua.
Mira
en ellas la maravilla,
mira
en ellas quién eres.
Ni
fuego, ni agua, ni tierra, ni aire,
ni
siquiera esas palmas eres tú.
Mira
más adentro,
más
allá de la forma.
Mira
al Universo
que
se celebra y llora.
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