Atiéndete. Atiende al espacio
interno en que se despliega tu vida. Cada emoción, cada sensación, cada
pensamiento es sagrado en sí mismo. No tienes que cambiarlos. Solo asumirlos
para ir más allá de ellos, al encuentro con lo que eres. Este proceso puede
parecer difícil desde la mente, pero en realidad es simple. No esperes ningún
resultado de él, no esperes que finalice trayéndote una sensación de alivio o
de paz. Lo importante es la actitud de observarse. Lo importante es practicar
esta actitud cada vez que nos acordemos, desde el momento presente. Al igual
que en la meditación lo que hacemos es devolver amablemente la atención a la
respiración, en la vida cotidiana podemos hacer el gesto de mirar dentro de
nosotros mismos para sentir lo que estamos sintiendo. Confío en que esta
práctica nos ayude a vivirnos más plenamente y quizá así podamos descubrir qué
somos en realidad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario