Cuanto más ahondo,
más oscuro
es el pozo.
Las
criaturas que habitan
en sus
profundidades
se
despiertan con la luz
potente de
mi casco.
Cuanto más
ahondo,
más insoportable
se vuelve
el peso del
agua sobre mí,
más
aterradoras resultan
esas criaturas
que gritan
y me hacen
temer por mi vida.
A veces creo
que me terminaré ahogando,
pero la luz
de mi casco no deja de brillar.
Cuanto más
ahondo,
más hondo me
veo
y más
valiente,
más loco,
más
ignorante,
menos yo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario