Seguiré por la senda inescrutable, interminable, de rabia, sudor y
lágrimas, confiando, perseverando, muriendo en cada intento. Caminaré sin
linterna, sin zapatos, sin risa, sin memoria, sin nadie. Avanzaré con sed, con
coraje, con pasado, con lluvia. Cada pregunta, un suspiro. Cada paso, su
respuesta. Viviendo la vida sin vivirla, pensando un mundo propio ajeno al
propio mundo. Construyendo un hogar con palabras de amor en el fondo del
océano, escalando montañas que no existen, cortándome con cada arista del
tiempo, volando sin alas, diciendo aunque no sienta. Todo es envenenarse con la
propia sangre, asustarse con la realidad, escuchar un disco rayado, ver sombras
grotescas en cada pared, perderse en los recuerdos, odiar lo que amas y, sin
embargo, buscar una mejora, un cambio.
Seguiré por la senda inescrutable
hasta perderme… o encontrarme.