Vistas de página en total

lunes, 15 de diciembre de 2014

Todo lo que ya sabes



Conoces a todo el mundo, aunque sólo me conozcas a mí. Sabes mucho de literatura, aunque sólo hayas leído una novela. Has visto muchos árboles, aunque en tu jardín sólo crezca uno. Has probado todas las frutas, aunque sólo hayas saboreado un limón. Te has acostado con muchas chicas, aunque sólo una haya estado en tu cama. Has viajado por todo el mundo, aunque nunca hayas salido de tu habitación. Has vivido muchas vidas, aunque sólo hayas vivido la tuya. Conoces la eternidad, aunque sólo estés aquí y ahora. Por el momento, este texto sólo puede decirte cosas que ya sabes.

viernes, 12 de diciembre de 2014

¿Quién eres ahora?



La hierba me cosquillea los brazos. El cielo es inmenso. Las nubes se deslizan con sabia lentitud, reflejando la conciencia. Alguna mosca perturba la paz del oído y temo la visita de alguna avispa que me pase inadvertida. Pero sobre todo son las manos las que juegan, enraizándose, tirando del suelo, arrancando la hierba, hierba que va a parar a mi nariz, a mi boca, para sentirla, para sentirme un todo. Mi alma es el alma del universo. Mi historia no puede ser muy diferente de la de ese suelo natural. Ellos conversan pausadamente, hablando de alguna cosa sin importancia, ausentes al silencio del mundo que nos envuelve, que nos permite Ser. Mis angustias quedan lejos, sus gritos amortiguados son percibidos como desde una vasta lejanía. Una bandada de pájaros salpica el cielo moviéndose en comparsa, ondulándose como una cinta alegre en el inabarcable ojo azul. Quietud. Ahora sólo puedo amar. Ahora he podido sentir el alivio de olvidarme de mí mismo.